miércoles, 14 de noviembre de 2012

Los poderes místicos: ¿una meta verdadera?


Autor: Swami B.A. Paramadvaiti

Querido amigo, mucha gente habla del yoga hoy en día, el cual significa unión; unión con Dios, con la Verdad, con la perfección. Entrar en contacto con Él, purificarse y salir de la ignorancia, eso es lo importante en esta vida. Sin embargo, también hay personas que han escuchado que existen yoguis quienes pueden desarrollar poderes místicos y sienten mucha atracción hacia estos poderes porque quieren dominar en este mundo, quieren tener el poder de curación, quieren tener el poder de ver el futuro, quieren tener el poder de manifestar cosas. Se mencionan ocho poderes místicos que los yoguis poderosos pueden lograr:
*Anima-siddhi: Se refiere al poder mediante el cual uno puede volverse tan pequeño como un átomo.
* Laghima: El poder de volverse tan ligero que uno puede flotar en el aire o en el agua.
*Maghima: Es el poder místico de volverse tan grande como una montaña.
*Prapti: Es el poder de complacer cualquier deseo
*Ishita: Con este poder uno puede crear o destruir un planeta entero simplemente con desearlo.
*Vasitva: Mediante esta perfección se puede tener todos los sentidos bajo control.
*Prakamaya (magia): Mediante este poder uno puede adquirir cualquier cosa que desee. Por ejemplo, uno puede entrar agua en sus ojos, y luego hacerla salir por el mismo ojo a propia voluntad.
*Kamavasayita: Le permite a uno contrariar a la naturaleza; en otras palabras, hacer lo imposible.
Aparte de estos poderes yóguicos existen otros como la telepatía, la telequinesia etc., que algunas personas se esfuerzan ansiosos por alcanzar porque así también aumentan su ego; el ego de los poderes, de tener algo que los demás no tienen, y hasta el ego que tienen al afirmar que están canalizando el poder de Dios a través de sus manos, a través de ellos.
Todo esto es, en realidad, una gran desviación en el sendero trascendental, es muy peligroso y los maestros espirituales genuinos más bien se centran en que nosotros deberíamos buscar la perfección de nuestro corazón.
La meta última es comprender la voluntad de Dios, y si alguien está interesado en volverse Dios, si alguien está interesado en que no haya nadie por encima de él o de ser la máxima autoridad de sí mismo y de todos sus asuntos, en realidad tiene un gigantesco orgullo y ego falso. Porque si queremos hablar de Dios; Él es quien mantiene a todos, aquél que no mantiene a todos no podría llamarse Dios; si no la palabra misma carecería de sentido. Sea honesto amigo, usted ni siquiera se mantiene a sí mismo, mucho menos podría mantener a los demás; quien mantiene a todos es la madre naturaleza, y ella y su Director Supremo son realmente quienes merecen adoración, admiración y glorificación.
Nosotros como seres humanos somos más bien expertos en crear problemas; entonces debemos agradecer muchísimo a la Personalidad de Dios, porque Él es quien nos mantiene, nos protege y nos guía hacia la perfección. Así vemos que los poderes místicos de Dios son infinitos. En el sendero del bhakti yoga (yoga de la devoción) no queremos poderes místicos, sabemos que el poder místico más grande ya se ha manifestado a través de todo lo que nos está rodeando incluyendo nuestra propia capacidad de hablar de estos temas. Es cierto que podemos ser grandes científicos, grandes músicos y muchas otras cosas. Igualmente el yogui en su camino puede desarrollar ciertos poderes, pero si él se distrae y pierde la visión de su meta, pierde todo lo grande y trascendental que ha hecho.
En realidad ésta es una voz de gran alerta que nos han dado nuestros maestros espirituales para que no olvidemos que los poderes de curación y los poderes de asesoría a otros siempre deben ser hechos como una ofrenda al Señor y dando toda la gloria a Él. Claro que sí, todas las personas tienen el poder curativo en sus manos al dar cariño y consideración a las personas enfermas; pero aquellos que quieren reclamar el crédito por estos acontecimientos y no reconocen la posición del Señor Supremo, desperdician esta forma humana y esta capacidad de representar al Amor Supremo, debido a que se encuentran ensimismados en las múltiples distracciones que existen en este mundo.
Primero está el dinero que distrae a la gente, después está la atracción por el sexo opuesto y luego viene la distracción por la fama; y justamente la fama viene con el asunto de los poderes místicos. Hay personas que después de haber adquirido algunos poderes hacen un “espectáculo” barato para vender sus adquisiciones o atraen seguidores con algunas de sus demostraciones de poderes dejándose enterrar bajo tierra y cosas así. Si realmente estamos interesados en lograr la perfección de la vida entonces no debemos desviarnos o divertirnos con asuntos tan baratos que incluso la misma ciencia de las personas materialistas ha superado a la perfección.
Hemos escuchado de yoguis que estaban enseñando a la gente a levitar, pero es algo que no se puede comparar con la capacidad de los aviones que transportan a la gente de un continente a otro en poco tiempo; también hemos escuchado de gente que ha dominado las aguas, o penetrado la tierra o desplazado cosas de un lado a otro; pero la ciencia moderna se ha desarrollado en una forma tan espectacular que hasta hacen túneles que perforan las montañas. Entonces mejor aun deberíamos tratar de poner nuestra atención en el máximo de los dones que tiene el ser: el don de amar, en lugar de ser indiferentes o explotadores; y ese milagro, ese poder, sólo se puede desarrollar cuando uno es tocado por los poderes de un santo verdadero, un devoto puro del Señor.
Máximas:
“Poseer conocimiento significa comprender la materia, el espíritu y al controlador de ambos.”
“Los deseos multiplican la miseria. Trate de estar satisfecho con todo lo que recibe.”